Hola a todos, esperamos que la estén pasando bien y que disfruten aun más en nuestra compañía virtual ;)
...
Entonces Knife, huyendo de su fatídico destino se hallaba en un avión con rumbo a Puerto del Sur Riverland, como les dije anteriormente, este mundo que lleva por nombre Aeium es muy parecido al nuestro, si bien en nuestro mundo existe la creencia de la existencia de otros seres en cualquiera de sus versiones, en Aeium no solo había esta creencia, se hallaba confirmada por los vestigios de las ciudades que antes habitaban estos seres.
capítulos anteriores:
Gerard Knife: Capitulo 1 "Primera vez"
Gerard Knife: Capitulo 1 "Primera vez"
Capitulo 2: "Trato Nefasto"
El
Avión ya se comenzaba a ver un poco vacío, aun faltaban 4 horas de vuelo mas
para llegar a Puerto del Sur y mi compañera no quiera hablar más o más bien no
se había despertado aun, lo que me aliviaba en parte, no quería que se siguiera
burlando de mi.
-Sigues pensando en lo que ocurrió en tus sueños?, pregunto una voz
salida de la nada.
…
voltee hacia todos lados para ver de dónde provenía la voz de la chica, pero no
había nadie por allí que se estuviera dirigiendo a mí -estoy asustado y
ansioso, mi mente ha de estar jugándome una mala pasada- fue lo que pensé.
-Es que acaso no piensas responderme?, que mal educado eres…
(Esta
vez sí lo escuche con claridad o alguien me está hablando o me habré vuelto
loco)
-Quien me está hablando?
-Así cualquiera diría que estás loco -dijo entre risitas ahogadas- es que acaso
no me vez o estas ciego?, estoy aquí al lado tuyo.
-Ah! Eras tú, ya me empezaba a preocupar. Como querías que te viera si aun
estas acurrucada con los ojos cerrados.
-Eres oficialmente el compañero de vuelo más quisquilloso y extraño que he
tenido.
-Bueno la próxima vez, asegúrate de que te cambien de asiento o pide cambiar de
vuelo.
-Contigo no se puede bromear, verdad?
-Supongo que no
-Por cierto
-hizo una pausa- ya que estamos “hablando” (hizo con sus dedos la
figura de comillas en la palabra) deberíamos presentarnos, mucho gusto!, mi
nombre es Mariangel Wings y el tuyo es?
-Supongo que no tengo alternativa, mi nombre es Gabriel Knife, encantado.
-Bueno que me hayas dicho tu nombre ya es un avance.
-¿Cuántas horas faltan para llegar a puerto sur? Le pregunte mientras me
llevaba una mano a la sien derecha y la miraba de frente
-Supongo que no tardamos en llegar, como 1 hora a lo sumo, por qué? Quieres
llegar rápido para no tener que lidiar conmigo?
-Tú no puedes aguantar las ganas de atacarme verdad?
-Es cierto no puedo. Ja,ja,ja
-Que harás al llegar, me preguntó Mariangel con seriedad repentina.
-Aun no estoy seguro, primero iré a visitar a mis Tíos, pero después de eso, no
tengo idea. Respondí con franqueza
-Hm, interesante, yo también me dirijo a casa de mis tíos, que por cierto queda
al lado de la de los tuyos…
-Espera un momento… (Y entonces los recuerdos de una pequeña y hermosa niña que
solía jugar conmigo en vacaciones me golpearon en la cara) tu eres Mary?...
-La misma, solo que ya no soy tan niña como cuando nos conocimos, por lo demás
no he cambiado tanto.
-No puedo creerlo (de verdad no lo podía creer)…
-Créelo, por cierto Knife, no le diré a nadie tu primer nombre, debes tener
algún motivo para no querer decirlo. Dijo mientras me guiñaba un ojo.
-Gracias… por cierto, ya me habías reconocido antes?, cuando me pediste la hora
en el aeropuerto?.
-Si! Y tenía la esperanza de que me reconocieras, pero ya que ambos hemos crecido
tanto supongo que es normal.
-Sigo sin poder creérmelo, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos
vimos, éramos tan solo unos niños, teníamos que? Unos siete, ocho años?
-Yo tenía siete y tu tenias ocho, y tú -acentuó- te fuiste el día que yo
cumplía los ocho
-Sí, lo siento, es que mis padres me vinieron a buscar y no tenía alternativa.
-Ah! Ahora que recuerdo, que tal tus padres? Como están ellos?
-E… Ellos están bien.
-5
minutos para arribar en el Aeropuerto Riverland Sur, Favor de mantenerse en sus
asientos mientras se realiza el aterrizaje-
(Five minutes until the flight arrives in South Riverland Airport,
please hold on in your seat’s…)
-Ya quiero llegar! Dijo ella con entusiasmo contagioso.
Y entonces se
hizo el silencio entre mi recién encontrada amiga de la infancia y yo, para ser
sincero no fue hasta que empezamos a movernos por el aeropuerto que pensé en
ello. El silencio se prolongo y aunque compartíamos el transporte ella no hizo
siquiera el ademán de querer hablar, supongo que ella estaba tan pensativa como
yo. Ayude a Mary a bajar su equipaje y la lleve hasta la puerta de la casa
de sus tíos, que como todas las demás casas de este lugar, era exactamente
igual a la de al lado y a la de al lado, si no fuera porque llevábamos años
viniendo no supiéramos cual casa era la correcta, me recibieron cordialmente
también sorprendidos por el encuentro de su sobrina conmigo, me despedí y luego por fin habría de
llegar a la casa de mis tíos... por fin estaba aquí, la casa seguía igual, como
todo lo demás, la cerca de madera y el jardín con margaritas y algunos
girasoles, el camino de piedra donde las hormigas no podían extender su reino,
la puerta de madera blanca y el tejado verde oscuro que antaño tenía un color
menos lúgubre, aun así este lugar era un refugio para mí.
La
casa era pequeña pero cálida, tenía un largo pasillo que daba con todo,
sala, comedor, habitaciones y solo tenían dos baños, las paredes
doradas con puertas de madera oscura, hacían de este lugar, un sitio agradable,
hasta candelabros negros guindaban del techo. Mis Tíos, me recibieron con
mucho cariño como siempre, pero con pesadumbre por el motivo con el que los
visitaba, me abrazaron y me acogieron como a su propio hijo. Luego de cenar me mostraron mi habitación que estaba poco equipada
por mi llegada inesperada y tenía que hacer lo que pudiera con el espacio en el
closet que aun estaba disponible y la vieja cama con sabanas nuevas, las
paredes blancas no habían perdido su color y solo había una ventana, empecé a
desempacar en cuanto me senté en la cama y no había terminado aún cuando caí
dormido.
*toc-toc*
-Pase, murmure adormilado.
-Bonita habitación Knife… susurro una horripilante y asquerosa voz
Abrí mis ojos preso del pánico, no había forma de que él estuviera allí… -me
convencía a mi mismo- Recorrí con mis ojos toda la habitación y sin embargo
allí no había nadie más que yo, pero la puerta estaba abierta.
-¿Quién está allí?, pregunte con voz temblorosa pero nadie contestó, entonces
sudoroso y con los latidos de mi corazón cada vez más fuertes en mis oídos revise
el armario, debajo de la cama y no había nadie, así que decidí cerrar la
puerta.
-Así que aquí es donde vives ahora?, es una bonita casa, se me ocurren varias
formas de hacerla desaparecer, susurro el hombre escondido detrás de la puerta.
-Vete! Grite al caer de espaldas
-No puedo Knife, tengo un asunto pendiente que resolver... tengo que matarte…
no puedo perder el viaje que hice por ti.
En ese momento se abalanzo sobre mi y en fracciones de segundos vi como sacaba
su cuchillo y se disponía a apuñalarme directo al corazón, mi tío que de seguro
había escuchado el grito que había proferido antes acudió corriendo a la escena
y de manera repentina tan pronto como abrió la puerta, aquel que tenía por
misión matarme desapareció de la vista. La cara de horror de mi tío se debía
probablemente a que yo estaba tumbado en el piso con las manos extendidas como
una medida de defensa contra mi atacante que… ya no estaba…
-Te encuentras bien Gabriel? Pregunto mientras me tendía la mano para ayudarme
a levantar
-Sí... sí, estoy bien, es solo que me maree y tropecé. Conteste
-Gabriel... sabes que puedes contar con nosotros para cualquier cosa, solo
llama si hace falta ¿Vale?
-Gracias tío Javier, gracias por todo, yo, supongo que me hace falta descansar eso
es todo.
-Entonces descansa hijo, mas tarde
iremos de compras y queremos que nos acompañes para comprarte ropa y alguna que
otra cosa para la escuela.
-Está bien, estaré con ustedes en una hora.
Mi tío era un hombre corpulento y bastante fornido, producto de su trabajo tenía
la costumbre de esconder los retratos artísticos que se había hecho en su piel
en sus años de juventud y que un Abogado no podía ir por ahí mostrando.
En el momento en el que mi tío cerró la
puerta tenía miedo, en cualquier momento aparecería, esto ya se había
convertido en algo mas, como era posible que estando frente a mí, hubiese
desaparecido así?, entonces me di cuenta de que la teoría de que estaba
traumatizado por la muerte de mis padres no debía ser descartada tal vez
terminaría volviéndome loco pero algo si era seguro, esa no sería la última vez
que lo vería.
…
Transcurrieron dos semanas desde aquel incidente y al menos hasta
ahora todo se veía normal, la mayoría de las personas que Gerard
había conocido de pequeño aun vivían allí y algunos lo fueron a
visitar, otros en cambio al parecer estaban muy ocupados, por otro lado los tíos le habían comprado todo lo que hacía falta para la
escuela y solo faltaba una semana para empezarla aunque quisiera estar solo no podría pero no había remedio, era inevitable. Él, ignorante de tantas
cosas, se hallaba en un pequeño parque pensativo, mientras observaba el
solitario estanque una joven se le acerco...
-A ti sí que te gusta pensar ¿no?, chillo una voz conocida
-Hola Mary, tiempo sin verte, conteste
-por supuesto Gabriel, estuve ocupada con las cosas de la escuela.
-Tú también iras al Instituto?
-Creías que te ibas a librar de mi tan fácil? Pues no, ahora me veras todos los
días, dijo con entusiasmo (perfecto, ¿Algo más? Pensé) es bueno verte aquí,
recuerdas cuando solíamos jugar en este parque? agregó
-Sí, esos eran buenos días. Dije con aire solemne
-Ya nada es tan simple como antes verdad? murmuro con una voz que dejaba
entrever la nostalgia y la melancolía de los recuerdos.
-Supongo que eso significa crecer.
En este parque solíamos jugar todos los niños de este lugar, era un sitio muy
agradable donde venían ancianos a descansar y adultos a hacer ejercicio, era el
típico parque en medio del pueblo, pero había que reconocer que, tiene su
encanto, tiene una laguna en el medio, donde los enamorados a menudo iban de
noche para ver las estrellas, en donde nos encontrábamos Mary y yo exactamente,
era nuestro lugar favorito, habían muchos árboles frutales y uno que otro
abedul, por lo que era genial sentarse aquí un día soleado como hoy.
-Hola chicos, como están?, saludo un joven de pelo castaño y lentes oscuros
-Hola Fer, contesto Mary haciéndole un gesto con la mano
-… Hola… le respondí al extraño
-Ah! Es cierto, ustedes dos no se conocen, dijo Mary llevándose una mano a la
frente como quien olvida algo.
-Mucho gusto, tú debes ser Gabriel ¿no?, yo me llamo Fernando, es un placer
conocer al famoso sobrino de los Mosley.
-Así que soy famoso? (genial, esto mejora cada vez mas) Ja,Ja, bueno es un
placer también para mi Fernando, conteste
-Puedes decirme Fer como todos los demás.
-Vale Fer!.
-Bueno veo que ya se llevan bien, dijo Mary… Les parece si damos una vuelta por
el parque?, continuo
-de acuerdo!, dije.
Mary iba todo el camino recordando cuando jugábamos y luego Fer contaba cómo se
sentía cuando llego por primera vez a este pueblo, luego me preguntaban cómo
era vivir en San Lucas y yo iba relatando todo como lo recordaba, luego se hizo
de noche, nos despedimos, Fer se fue a su casa y Mary y yo caminamos hasta la
nuestras, deje a Mary en el umbral con un abrazo y me fui a la casa de mis tíos
-tenia tanto sin sonreír así-
-… Qué bueno que te encuentro, susurro él tras de mi
-Déjame en paz por favor, dije con voz temblorosa
-Eso quieres? Que no te mate? Eso te haría feliz?, susurro con excitación cada
vez más cerca.
Escuche que sacaba algo de su abrigo y el frío del metal contra mi garganta dio
por cierto lo que pensaba…
-Haz Algo por mi y te dejare en paz… primero, dime, harás eso por mí a cambio
de tu vida?
Mi Vida se aceleraba y ralentizaba en mis
ojos, no fueron ni siquiera segundos y vi casi 16 años pasar frente a mí, en
momentos de alegría y nostalgia, la cara fría y horrorizada de mi madre muerta,
nada podía comparársele a aquella sensación, no podía describirla, solo podía saborearla,
y oler el azufre que emanaba de aquel ser que se disponía a entregarme a los brazos
de la muerte, oscura y desinhibida, sin miedo a mostrar su frío y desgarrador
rostro a cualquier ser humano, entonces mi boca se movió sin saber qué
consecuencias tendrían esas inocentes y estúpidas palabras, que podrían condenar
a cualquier ser humano y que yo mismo no sabía hasta que punto me haría esclavo
de ellas…
-Lo haré, conteste sin vacilar
-Muy bien!... –ensancho su asquerosa sonrisa- quiero que mates a Fernando y a
Mariangel, entonces serás libre y vivirás.
Phoenix.
Capitulo Siguiente:
Gerard Knife: Capitulo 3: "Preludio"
Gerard Knife: Capitulo 3: "Preludio"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te olvides comentar, tu opinión importa :)